1.21.2006

LAS PERRA DE MI VIDA

POR COGOLLO: Noble cánido del Choro Gualeta. Feroz como el solo. Le gustan las perras, la yerba y las piscolas. Acompaña a cogotear a los cabros. Le come el pedigrí y el master do a los quiltros de la pobla. Cachero como es, tiene 36 hijos que se parecen a el. Se cree el más bonito. No le gusta que lo bañen.


Varias han sido las perra de mi vida, pero solo algunas han pegado su mordisco en mi alma. Algunas me dejaron loco, por ejemplo LA RUCIA TIRANDOSE UN PEITO La Rucia, era igual choronga y la conocí en la cana de perro, una vez que estuve allí por vagancia. Tubimo 4 perrito. Era vien jugosa la quiltra, pero me puso el gorro en la misma cana. Tuve que agarrame con un pastor alemán, el jote me sacó la chucha, pero no perdí mi dignidá.
Una vez bacilando con mi taita Gualeta conocí a la Ameba, la loca era rrara, extravagante, llo, así por bromial, le puse la doctora Espó, porque de verdá parecia marciana, con ella no tube perrito porque era muy chiquitita, y traté y traté, pero no se pudo: era marca chiguaua.

LA DOSTORA ESPÓ
Otra de la minas que estuvieron utilizando mi belleza perruna fue la Espinaca. La perra era seca pa las verduras onda zen vegetariana mística alternativa, dicía que los perros teniamos 7 vida y llo le pregunté a Bigote, un gato amigo, y me dijo que la Espinaca estaba loca, que esa gueá es de los gatos. De ahý mejor me corrí, porque la pobre Espinaca andaa toa sicosea y le dio por mordel a los cabros chicos, dicía que eran mala carne. Tuvimos 6 hijo, uno nació con dos colas, y los demás nacieron finaos. A la Espinaca se la pitió el papá del cabro chico con veneno pa ratone.
LA MEMÉ Guena jue cuando conocí a una guacha rica, la Memé. Es que andaa triste porque mi taita Gualeta havia caío en cana y me jui a ver un desfile de modelos. Toaas perritas ricas, pelitos brillantes, olorositas, bañaitas, sin garrapatas y de modales pitucos. Ahí estaba ella, la Memé, haciendo sus gracias de perra modelo, paseándose con la terrible pinta, yo le mostré diente, me menié la cola, y la secuestré. Los giles nos perseguían por toas partes, pero llo le pegaba los ladrido de enamorao, y la loca, me seguía no ma, loquita por mí. Nos escondimos en el patio de atrá de una casa, y ahí mismo nos amamo, a poto pelúo. Nunca mas la vi y no supe si jue mamá. Era rica la tonta.
Esos días que mi taita bradel estaba en cana, no sé, me dio por ser perro bacán y conocí unas ermanitas, uf, las terrible ermanitas, locas como ellas solas, hicimo el trío, los tres nos languetiamos e hicimo la cochiná. Llo pensaa que esa eran gueá umana, pero no: se lo recomiendo a todos los quiltro, puro placer, puro placer. Las locas todavía me mandan postale de nabidá. Ellas eran la Cora y la Lara: las hermanita pecado.
A veces de la cana me llegan fotos de algunas amiguitas que e tenío, toas bravas y enamora de mi. En rrealidá no sé que tengo, pero las perra se vuelven loquita por mi.
LA NANAI También estuve de novio con la Nanai, pero era muy curá, aquí ay una foto de ella, raja cosía en una fiesta de perro que isimo en su casa. Igual era guena onda.
Pero mi amor mas grande, esa que no puedo orvidar es la Mitocondria, la loca está en cana todavía; brígida y entera achorá. Guena pa los mordicos y pa robar bolsas de pan al descuido. Con la loca anduímos trajando su par de meses. Tuvimos seis cachorros, toos sanito y bonito. Yo la iba a ver a la perra, así, pero de juera no ma, y le ladraa pa entro y la loca ladraa pa juera. Estaamos terrible enamorao. Parece que se la llearon al zoológico, porque después de un tiempo nunca mah me respondió los ladrío. Extraño a mi perra Mitocondria. A veces me baja la melanculiá, y me pongo así, agueonao, triste, se me caen las pestaña de pura pena, y me boi a vagar por el rio, pensando en ella, recordando su pelito tiezo, sus patitas finas, su aliento a pescao, su sonrisa de perita enamorá. Y después mi taita Guale me da sus pitiás y bolaíto me la imajino a ella, así, rica, ermosa, y llo, meta comiendolé las garrapatas, sacándole las pulgas, los dos solitos, en el arbolito nuestro, donde por primera vez ella me avía declarado su amor.
Ai que duele el amol por la superchucha.
MITOCONDRIA, MI AMOL

8 comentarios:

Makeka Barría dijo...

Ahhhhhh qué grato leer relatos perrunos...sobre todo siendo sho una persona sensible con el tema perruno callejero,,,en fin....muuuuuuuuuyyyy guenamente ercelente.....como diría el que jué mi profe de casteshiano..(el profe Salomón, quién otro)....yaaaa....y gracias wuashito por tu visitaaaaaa.....besitos...byeeeee

Esteban Perez dijo...

uh...jamin....llegando de la playa... leyendo a don cogollo...escuchando su bob marley....saluos, perro cochino....

Educación Digital en Redes Sociales dijo...

Uff, este perro se las trae!, es más putingo! juajauja =P

asdf dijo...

cogollo, qué amooor!!
gracias por el mensajillo!
muaaackkiiss!!

macapop dijo...

Cresta xD! Ahora con quién me quejo de las verguenzas que paso aquí aguantandome la risa en la oficina (no se si hai cachao que cuando uno se aguanta la risa, salen unos sonidos aún peores. No sé qué conviene más)

Saludos! Tengo varios canes amigos en la Usach que te pueden haber visto en algún sucucho de stgo. poniente.

Porrita dijo...

TAN ENAMORADIZO Q ME SALIO COGOLLIN!!! X ROMANTICO HAZ SIDO ELEGIDO, VEN A MI BLOG

Polaroid dijo...

GUAAAAJAJAJAJAJAJAJA!!!

Anónimo dijo...

Que idiota por Dios!