
Estoy tan triste por la reconshesumare. Too el dia recordando a mi ermanito finao el Carita e Palta, el que se jué con el rio el dia que conoci a mi taita gualetita. Cuando nació llo ya era –nunca grande- pero tampoco chico. Era bien parecio a mi, pero diferente, osea, era mah morenito, porque su taita era asi, y llo asi, blanquito, porque mi taita, el yin morrison, era asi, así que la explicación porsiaca.
Pero volviendo al Carita e Palta, era juguetón el cauro chico. Recuerdo que llo me acostaa de espalda y el se subia apenas a mi guata pelua y me trataba de mordel elhocico, y me ladraba guau guau, aciendose el choro desde chiquitito.
Despues me perseguia la cola e intentaba pegarle su mordía.
Como mi vieja nos avia abandonao, prasticamente lo crie llo. Robaba güeas pa yebarsela al Carita e Palta, asta me ponia en la calle con las patas torcias paver si alguna vieja saltaba con su pan, y azuza, saltaban con el pan, después no ibamos a ver la puesta de sol en el canal, viendo pasar los guarenes muertos, contando los mojones, los dos, el ermano grande y el Carita de Palta, juntitos, esperando la noche pa llegar a ninguna parte.

♥ ERMOSO ERMANITO CARITA E PALTA ♥
Recuerdo claro que una vez andábamos abriendo bolsas de basura pa echarle algo al buche, el Carita de Palta llegó apenas –por el peso- con una bolsa de algo, y shaaa, pedazos de carne asada, junto a muchos huesos de chancho. Por mi parte abia encontrado una caja de leche, con la mitad. Así que nos juimos con el pecho inflao hasta que llegamos a nuestro sitio, repartimos en partes iguales la carne y los huesos y la leche se la dejé a el, llo preferia aguita del rio.
Como reímos, tratando de imaginar el rostro de nuestra maire. Llo le decia que cuando juera grande tenia que pegarle a los picvul culiao, entonces jugábamos a que llo era un perro de esos, y ustedes uvieran bisto el rostro del Paltita, como se ponía feroz (como su ermano Cogollo, por supuesto)
Llo tanvien era chico, pero siempre pillo, así que le enseñé las técnicas básicas del escape urbano, pero Carita e Palta era demasiado guaguita todavía, y se caía, pero se volvía a parar.
A beses nos daba por salir a vagar too el dia, y eramo tan felice los do, chiquititos, contento de ser ermanitos, contento de estar bibitos.

Eso no mah.